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La revisión ginecológica anual se lleva a cabo para comprobar la salud de los órganos sexuales femeninos, prevenir y diagnosticar precozmente determinadas enfermedades. En esta revisión se realiza una ecografía transvaginal para ver el estado del útero, los ovarios y las trompas de Falopio junto con una citología ginecológica que analiza las células del cuello del útero para descartar o detectar precozmente el cáncer de cérvix.
Sin necesidad de prescripción médica.
Incluye citología ginecológica.
Incluye ecografía transvaginal
Si se trata de la primera visita, el ginecólogo anota la historia de la paciente que incluye los antecedentes de cáncer en la familia, datos sobre la frecuencia y duración de la menstruación, el uso de anticonceptivos o el número de embarazos y partos. En las siguientes ocasiones, se limita a repasarla y a confirmar los datos que crea necesarios.
El examen ginecológico completo consiste en las siguientes pruebas:
Dependiendo de la edad y de las circunstancias de la paciente, puede ser necesario hacer pruebas adicionales como mamografías (a partir de los 45 años), análisis de sangre para detectar alguna alteración en la tiroides o histeroscopia para determinar la causa de las alteraciones del ciclo menstrual o de la infertilidad.
Durante la consulta el facultativo realizará una exploración, así como una ecografía transvaginal y una citología.
Este servicio permite realizar un proceso de prevención de diagnóstico precoz de trastornos frecuentes relacionados con diferentes enfermedades ginecológicas.
*Consulta en el apartado “Condiciones” las instrucciones para acceder a este servicio.
Con el paso de los años las revisiones ginecológicas cambian para adaptarse a los cambios hormonales. A pesar de que suele comenzar entre los 45 y los 50 años, algunas mujeres comienzan a manifestar signos de menopausia o premenopausia a partir de los 40.
En estas consultas, el ginecólogo se centra en las alteraciones en los ciclos menstruales y en la prevención del cáncer de mama y de cuello de útero. Para ello, se incluye una citología, una ecografía transvaginal y, en casos con antecedentes relevantes, ecografías mamarias como paso previo a las mamografías que se recomiendan a partir de los 45 años.
En primer lugar, se inserta el espéculo en la vagina para abrirla ligeramente y facilitar el proceso. Después de una exploración digital, se realiza un leve raspado para tomar una muestra de tejido del cuello del útero. Finalmente, en el laboratorio se evalúa la forma, la estructura y las características de las células y así detectar o descartar la presencia de marcadores tumorales.
Para no alterar los resultados, conviene no mantener relaciones sexuales durante las 48 horas previas a la exploración, acudir al menos cuatro días después de finalizar la menstruación y no aplicar tratamientos tópicos durante una semana antes de la prueba.
Las citologías ginecológicas son sencillas y no son dolorosas. No obstante, cuando la paciente está nerviosa puede resultar molesto. Para relajarse y facilitar la toma de muestras, conviene confiar en el saber hacer del facultativo y exponerle todas las dudas que se tengan. Si se percibe algo de dolor durante el proceso, se debe comunicar al ginecólogo para que pueda utilizar un espéculo más pequeño.
Este bono podrá ser utilizado en el plazo de tres meses desde la fecha de su adquisición. Tendrás un máximo de 3 meses para hacer uso de la compra en la consulta determinada y podrás anular la cita hasta 48 horas antes de la cita. En caso de no anulación, perderás el derecho a la devolución de tu compra y el importe no será abonado. Para cancelar la cita tendrás que llamar al: 901 500 555.
Este servicio a este precio, no incluye pruebas o consultas sucesivas derivadas de la misma.